El papel de ESPAÑA como puerta de entrada fundamental para la entrada de cocaína a Europa fue un tema clave de conversación en una conferencia de los principales agentes antidrogas de Europa.
Fue una cruda conclusión de la VII Conferencia Anual Europea sobre Drogas de Europol en La Haya, que destacó la ubicación estratégica de España y la eficiencia de su infraestructura portuaria.
La conferencia reunió a funcionarios de alto rango, expertos y representantes de diversos organismos encargados de hacer cumplir la ley de toda Europa para unir fuerzas contra la creciente amenaza de la importación de drogas a Europa.
Gran parte de esto se ve facilitado por el enfoque plata o plomo –corrupción e intimidación– de grupos criminales altamente violentos hacia los trabajadores portuarios españoles.
Dispares cárteles de la droga tanto de Europa como de América del Sur (pero con base en Dubai, incluido el famoso cartel de Kinahan) están colaborando y uniendo sus recursos para formar ‘súper cárteles’.
El resultado ha sido un aumento en el flujo de cocaína y metanfetamina hacia los mercados europeos, gran parte de él proveniente de los nodos clave de España, Holanda y Bélgica.
Séptima Conferencia Anual Europea sobre Drogas de Europol
Entre los temas discutidos se encontraban la evolución de la política de drogas de la UE, las rutas emergentes, los centros logísticos como la infraestructura portuaria, las tendencias y amenazas operativas, así como casos internacionales clave.
La conferencia señaló que el mercado de la cocaína en la Unión Europea se ha disparado en los últimos años, con un valor estimado de al menos 10.500 millones de euros en 2020, y probablemente significativamente mayor apenas tres años después.
En 2021, los Estados miembros de la UE incautaron un récord de 303 toneladas de cocaína, y es probable que en 2023 se supere ese récord.
Este año ya se han producido incautaciones récord tanto en Bélgica como en España a través del puerto de Algeciras, con 30 toneladas y nueve toneladas respectivamente.
La policía española anunció la incautación de 11 toneladas de cocaína sólo en noviembre y principios de diciembre, procedentes de Colombia, en tránsito por Ecuador e interceptadas en los puertos de Vigo y Valencia.
Las redadas dieron lugar al arresto de 20 personas, que incluían una mezcla de nacionalidades pero predominantemente albanesas.
El grupo también lo formaban un colombiano, un dominicano y varios españoles, entre ellos un empresario gallego que utilizaba su negocio de importación de pescado como fachada para el transporte de droga.
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